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Mostrando entradas de diciembre, 2014

When nothing is sure...

Por mucha ropa, o por muy poca que llevásemos, jamás nos sentimos más desnudos que cuando en un abrazo nos quitaron de todos nuestros miedos. Cuando el único abrigo que llevábamos eran corazas, curtidas en golpes, hostias y demás errores que nos habían enseñado a desconfiar, y llegó alguien que de un beso, una caricia en la mejilla o simplemente una mirada, consiguió desnudarnos más allá de la piel. Allí donde solo las personas que saben cómo llegar sin saber cómo hacerlo pueden llegar. Las que lo hacen todo sin querer. Como plantarse en tu vida sin tener nada claro, con la única certeza de que quieren estar contigo, y eso es más que suficiente. De improvisbesémonos a ver lo que pasa. Ya acaba pasando. Todo. Y quizás, cuando nos desnudan más allá de la piel, es porque los brazos que lo hacen abrigan más que corazas.