Sabía que pedir que te quedaras estaba mal porque eso de querer quedarse es por propia voluntad. Pero que nadie me diga que no lo intenté, porque te lo pedí de mil formas. No creo que eso del olvido deba existir... la vida se hace de escombros y cenizas que siguen ardiendo. Y a veces mi almohada te llama y el hueco vacío que rodean mis brazos tiene tu silueta. Ellos no te han olvidado. Dicen que siempre volvemos al lugar en el que fuimos felices; yo digo que el mundo nos rompe a todos... y que algunos se vuelven fuertes en los lugares rotos. Pero, oye, puede que el mejor camino sea tomar la dirección equivocada. Y es que tocar fondo es de valientes porque los cobardes ni siquiera se mojan los pies. Nunca supiste que las alas las tenías tú y que yo solo me conformaba con ser el viento, jamás sabrás lo que duele oír pasos de alguien que nunca llega y, de verdad, aquí habrá pocas palabras para explicar lo que no te dije, pero yo sé que los silencios también cuentan. .