Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2016

Ausencias

... Y vas tú y me preguntas: "¿qué te pasa?" Pues verás... me pasa que tengo aquí dentro un hueco y que suena eco si pienso en tu nombre. Que éramos esos "5 minutos más" o los "no puedo, pero joder, cuánto quiero". Que mi paisaje favorito ha sido (y será) tu espalda desde el otro lado de la cama. Me pasa que muchas veces me sorprendo imitándote o acordándome de tu risa (hasta el sonido de mi risa me recuerda a ti). Aún sigo esperando que vengan tus manos y me rodeen en mitad de la noche. ¡Joder, que voy a corazones y siempre salen picas! Pasa que creo que mi mundo se sostiene únicamente por esos dos pilares que tienes por piernas y mi punto de gravedad descansa en tu ombligo.  Me pasa la vida sin ti. Qué putada no poder decirte en cualquier momento: "Me apeteces. Baja y te lo cuento". Esas carcajadas sin aire siguen grabadas en el tiempo. Me pasas tú: -   Dícese de la ausencia que llena todos los vacíos y cala hasta los huesos.

See you soon...

Cuando por fin te vea será un triunfo. Quizás no el mayor triunfo, pero si uno de los más importantes. Cuando te vea las nubes se levantarán cachondas perdidas, vírgenes suicidas abandonarán sus dos vocaciones de un polvazo, podré oír las flores y oler cómo cantan los pájaros. Ese día sabré que estás a mi lado para siempre, aunque ese para siempre dure unas horas. Sabré que estás conmigo cuando sonrío y cuando me distraigo mirando alrededor, perdiendo el hilo de lo que estabas diciendo. Lo retomaremos mientras me quitas la razón sabiendo que me ahoga. En el instante en el que por fin te vea, que le den a esa sensación de no llamarte ni oírte ni verte lo suficiente -aunque no creo que desaparezca- pero sabré que compensa. Cuando te tenga delante me hará feliz verte sonreír por cualquier tontería que se me caiga de la boca. También sé que tú no notarás nada de todo esto. Seguirás estando para mí al final de cada frase, como hasta ahora. Seguirás mirándome a los labios cuando crees que

Como la primavera...

De pie en el frío, caminando sobre un avión mientras contengo la respiración. Alquilar la soledad de un hotel no es a lo que estoy acostumbrada, lo confieso. Me despierto tres veces en la noche y pienso que cualquiera sabe sonreír, pero nadie como tú. Me apasionaría que me recuerdes de memoria, como si te conocieses todas mis esquinas, que no te haga falta encender la luz para caminarme. Siempre dijiste que un instante es lo máximo que se puede esperar de la perfección, el problema es que tú eres perfecto todo el tiempo y, claro, ya sabes que tu perfección esta hecha de pequeñas cosas: tu sonrisa, ese lunar en mitad de tu espalda, tus manos, tu gesto de concentración cuando crees que no te miro, tu mirada cuando crees que no te veo... También me susurraste que en tiempos de incertidumbre hacen falta certezas; yo pensé que la única certeza que había era que tu vida tampoco sabía qué hacer contigo, quizás por eso estas aquí. Como la primavera, llegaste después del helado invierno, per