Ir al contenido principal

We've come to live...



"Y recuerdo que se nos hizo demasiado tarde y que no llegaste a tiempo. Que no llegaste, a secas. Y me fui con un cigarro en la boca (el último que me fumé), las manos en los bolsillos y la mirada perdida en no sé qué punto de un mundo al que no había aprendido a sonreírle sin ti. Quizá el problema sea que siempre he necesitado a alguien a mi lado, ya no para seguir, pero sí para creer que continuar merece la pena. A veces me da miedo pensar en lo vacía que estoy y, sobretodo, en lo difícil que cuesta llenarme. Quién será el valiente, suelo preguntarme, que se quedará el tiempo suficiente conmigo para comprobar que soy algo más que todas mis cicatrices. Y, bueno, sigo odiando los domingos porque me recuerdan demasiado a mi vida. Ya me entendéis..."

Comentarios

  1. Jo!! preciosa entrada!!! *.*
    " Quién será el valiente, suelo preguntarme, que se quedará el tiempo suficiente conmigo para comprobar que soy algo más que todas mis cicatrices." esto me llegó!!! A veces, yo también me pregunto lo mismo...
    Me encantó, en serio!! ^^

    Un beso! ;)
    http://myworldlai.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. Me encantó y me enamoró también la frase que destaca Ana Isabel..

    un besoo

    ResponderEliminar
  3. "Quién será el valiente, suelo preguntarme, que se quedará el tiempo suficiente conmigo para comprobar que soy algo más que todas mis cicatrices."

    Divino, saludos :)

    ResponderEliminar
  4. Hola compañer@ blogger!! somos "Memorias de una Lectora", un blog de literatura que acaba de iniciar su andadura , si te interesa la lectura, no lo dudes y echa un vistazo! Un saludo ^^

    ResponderEliminar
  5. Domingos. Un tanto astrománticos.
    Unbeso♥


    http://therewillbenomiracles.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  6. Me ha encantado. :) Un beso desde http://teardropsonmypages.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Huir significa ir a buscarte

¿Quién comparte tus manías? ¿Quién te saca de problemas? ¿Quieres aprender a volar conmigo? Todo lo que probaste será distinto, todo lo que dijeron será verdad, todo lo que inventábamos en el abismo tan solo eran espejismos. Juntos diseñábamos la realidad. Asegurarme tu sonrisa es mi rutina favorita. Y quiero acelerar el tiempo: en un momento estaré alli. Espérame, porque me quedaré y encontraré la posición en tu mirada, rescataré tu corazón. Que todo en la vida tiene solución, que esto es cuestión de verlo medio lleno. Porque a veces no tenemos otra opción y lo mejor es decidir si aún nos tenemos... Si tu quieres, los domingos pasearemos de la mano y los lunes correré hasta tus labios. Tal vez vaya a buscarte, pero, por favor, sácame de aquí que no puedo respirar, que esto me impide caminar. Sácame de aquí que me impide sonreír... tu manía de alejarme de ti.  Te vieron por primera vez, te vieron por última. Te vieron reír, llorar, bailar, prometer e incumplir. Te vieron a oscuras, a

Refugio

Creo que todos los días son buenos para que me abraces como siempre has hecho y me conviertas las cicatrices en recuerdos. Desde que te conozco no he podido evitar soñar despierta cada vez que te veo aparecer o veo tu cuerpo cubierto por las mismas sábanas que me tapan a mí. Cómo quieres que te explique que tú no pisas este suelo, sino que brotas. Y lo haces con tantísima fuerza que hasta los árboles añoran tu presencia, quieren amarrarse a ti y crecer contigo. Porque creces hasta debajo del cemento y eso jamás lo había visto nunca, en nadie.  No puedo parar de amar a esa espalda donde estrello mi boca contra tus astros mientras el cielo me hace cosquillas recordándome que estás aquí, conmigo. No sé muy bien qué es lo que haces para hacer de tu cuerpo un hogar al que me mudé sin ni siquiera pensármelo. Debes sentirte refugio. Y es que conoces el lugar preciso en el que tocar para encender las luces -y sabes dónde presionar para subir unos cuantos grados la temperatura- .  Estás h

Mi suerte

Su truco consiste en ser lo que no sabías que estabas buscando, pero cuando te encuentras con él piensas: “¿Dónde has estado todo este tiempo?” A eso lo llamo yo magia. La magia que tienes de hacer que confíe en ti incluso con los ojos cerrados, la boca abierta y el pecho ardiendo. Esa magia que hace que todavía sonría desde la última vez que me besaste. A veces te juro que te miro y veo florecer a la primavera en tus labios. Y qué ganas de devolverle todas las flores. A veces, por las noches, me dan ganas de asaltar tus ojos y quedarme a vivir en ese brillo que tienes, en tu mirada inocente que todo lo sabe y acaba conmigo. Ser la niña de tus pupilas, hacerme dueña de tu iris y clavarme en tu retina. T ienes esa paz tensa previa a la guerra que pone nerviosos a los valientes y que convierte en salvajes a los cobardes. Roma ardiendo y tú infinito. He pasado tantas noches entre tus brazos, que mis sueños aún huelen a caricias y podría decirte en cualquier momento que me conver