Que sí, que el desamor es una basura (por no llamarlo de otra manera), que lo pasas fatal, que te rompe por dentro, que pareces un alma en pena, que vas por los rincones llorando, echando de menos lo que un día echaste de más. Que sí, que estamos todos de acuerdo. Hasta que te vuelves a enamorar. Porque si, señores, nos volvemos a enamorar TODOS. Y entonces olvidamos los llantos, los rincones solitarios y lo que antes estaba roto ahora parece que tiene solución. Pero cómo se echa de menos el amor de verdad, ¿eh? El de "ponte guapa, estoy abajo esperándote", o el de "tengo ganas de ti, baja y te lo cuento", el de menos mensajes y más besos, el de lágrimas de alegría, el de hacer locuras que nadie entienda. El amor que te da los buenos días sin esperar nada a cambio, que te da sus mejores noches, el que deja notas por toda la casa diciéndote lo mucho que te quiere. El que todos deseamos, al fin y al cabo, pero que nadie hace nada por conseguir. Porque tenemos mie...