Tuvieron que pasar maravillas. Se alinearon todos los astros, me chistaron al oído y me dijeron "girate" y entonces te vi. Lo tuvimos claro porque nuestra piel lo supo antes que nosotros mismos. Sabías que quien juega con fuego, se quema; yo creía en los impulsos y parecía que nuestros cuerpos eran viejos conocidos. Y vaya si jugaste... de hecho aquí sigues: el juego que convertimos en decisión. He sabido que tus ojos me miran con ternura a cualquier hora del día, y estoy segura de que me mirarán con decisión cuando necesite confianza. Tú has probado besos que se te clavan en el alma, abrazos que te reconstruyen. Sueños que nos salvan, horas que pasan, huecos vacíos, ganas aumentando. Tenemos demasiados miedos, pero no somos tontos; somos libres, como una bandada de pájaros. Necesitaba decirte que nunca imaginé que una locura me trajera tanta paz. Podríamos no haberlo hecho, pero lo hicimos. Y jugaría un millón de veces más.
¿Quién comparte tus manías? ¿Quién te saca de problemas? ¿Quieres aprender a volar conmigo? Todo lo que probaste será distinto, todo lo que dijeron será verdad, todo lo que inventábamos en el abismo tan solo eran espejismos. Juntos diseñábamos la realidad. Asegurarme tu sonrisa es mi rutina favorita. Y quiero acelerar el tiempo: en un momento estaré alli. Espérame, porque me quedaré y encontraré la posición en tu mirada, rescataré tu corazón. Que todo en la vida tiene solución, que esto es cuestión de verlo medio lleno. Porque a veces no tenemos otra opción y lo mejor es decidir si aún nos tenemos... Si tu quieres, los domingos pasearemos de la mano y los lunes correré hasta tus labios. Tal vez vaya a buscarte, pero, por favor, sácame de aquí que no puedo respirar, que esto me impide caminar. Sácame de aquí que me impide sonreír... tu manía de alejarme de ti. Te vieron por primera vez, te vieron por última. Te vieron reír, llorar, bailar, prometer e incumplir. Te vieron a oscuras, a
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