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Esto lleva tu nombre

He soñado que me acercaba a ti de puntillas y te pedía perdón por no haber tachado contigo todos los días del calendario de lo que llevas de vida. Me parece una pérdida de tiempo increíble el no haber rozado antes el cielo de tu boca con la punta de mi lengua, el no haber encajado mis ganas entre tus dedos y el no haber masturbado estas ansias de tu voz en mi garganta. Y es que todo lo que no sea follarte me parece mentira. Pero bueno, yo siempre he querido a alguien que llegue tarde para quedarse.

Me gustaría decir tu nombre, pero es en vano cuando aún nadie ha visto tu espalda tumbada en la arena: campo de estrellas que brillan para quien se atreve a mirar al cielo cuando se va a caer. Tú y tu espalda me habéis dado más poesía que todas las miradas del mundo juntas y yo no puedo evitar -ni quiero- plasmarla.

Porque ya no sé amanecer si no es a tu lado y me recuerdas que tienes un secreto en tu boca que me hace querer saberlo una y otra vez. He sabido mucho de ti y siempre me parece poco. Tienes un nombre que llama a la valentía y me cuentas que ahí mismo lo perdiste todo. Yo soy más de miedo, pero contigo tengo esa particular manía de querer(te) vivir.

Lo mejor de ti es que vuelves. Siempre vuelves. A pesar del miedo, pisando la línea que separa mis males de mi bien y la haces trizas. Cumpliendo las promesas que un día fueron locura transitoria, dándonos la mano como sabiendo que el miedo no cabe dentro de los puños.

Y cuando quieras te presto mis ojos y te cedo mi pulso. Cuando quieras te pongo en mi piel... A ver si por fin entiendes las ganas que tengo de perderme en la tuya. Dime desde cuándo llevas aquí porque solo te imagino conmigo. Dime dónde paras, que yo te sigo.

Te empeñas en explorar el lado oscuro de mi corazón sabiendo que nadie ha sido tan valiente como para hacerlo antes. Te repito que dentro no hay nada que no hayas visto nunca. Así que sacas tus armas y decides devorarlo todo. Morir derrotada por el sonido de tus pasos cuando vienes suena demasiado bien.

Solo puedo decirte que contigo me están creciendo las alas.

Sonríe, cariño.

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