Ir al contenido principal

Confidencia

A ti tengo que confesarte muchas cosas.
Te confieso que me entraste desde el primer día que te vi reír. Te confieso que no había visto sonrisa más sincera en la vida. Tengo que confesarte que a veces me pregunto a quién esperaba. O qué esperaba de ese alguien. Espero que alguien me cuente por qué no apareciste antes. O por qué tardé tanto en verte. Te confieso que me pregunto qué sería yo hoy sin ti. O qué continuaría siendo.
He de decirte que pienso que sin saberlo (o sabiéndolo) dejaste un hueco para que esta que te escribe se metiera en tu vida cuando menos pensabas. Cuando menos querías. Dejaste un hueco suficientemente grande para que cupiera yo. Con todo lo que eso supone, que no es poco. Y te dije que iba a quererte tanto que todo lo que hemos vivido solo iba a ser el prólogo. Y te dejaste querer. Te dejas querer.
Alguna vez me dijiste que nunca habían luchado por ti. Lo que no sabes es que estabas en las batallas equivocadas. Ahora te encuentras en medio de una guerra. Una guerra de la que no sabes cómo salir -y tampoco quieres-. Y yo por ti lucho. Lucho porque no hay nada que me parezca más valioso que tú. Por las ganas de vivir que desprendes, de comerte el mundo. Lucho porque me han repetido millones de veces que vale la pena luchar, por lo que vale la pena tener. Y tú, mi amor, tú mereces la pena en todos los sentidos. Y la alegría.
Mereces la pena. Mereces la pena cuando sonríes, cuando duermes, cuando gritas que no quieres a nadie más de lo que me quieres a mi. Mereces la pena cuando me miras. Por ti hoy -y siempre- lucho. Lucho porque me amas más de lo que creo merecer. Lucho porque te sueño y NO existen tiempos difíciles para los soñadores.

Por ti. Siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

If I lose myself...

Algo en la forma que tienes de mirarme hace que me sienta como si no pudiese vivir sin ti. Desde un principio robaste mi corazón y soy tu víctima voluntaria. Te permití ver cada parte de mí, y cada vez que me tocas está escrito en las estrellas y en las cicatrices de nuestros corazones. Si me pierdo... va a ser a tu lado.

Make me immortal with a kiss

Hoy puedo decir con una gran sonrisa en la boca que soy feliz y lo soy gracias a ti. Me he acostumbrado a tus sonrisas, tus besos, tus ojos mirándome, tu manos acariciando mi cuerpo, mis suspiros por desearte de esta manera, tu cara, tu cuerpo, mi corazón desenfrenado que se acelera cuando estás tan cerca... Siento como mi cuerpo se excita, siento la adrenalina: quiero gritar que te quiero, pero me guardo las palabras para susurrartelas al oído. El tiempo se va, veo las estaciones que pasan por mi ventana y tu y yo seguimos aquí. Igual que el Sol sale todas las mañanas, sin ninguna excepción, yo me despierto radiante porque sé que para ti soy tan o más importante que la estrella que nos enciende los días. Tú eres mi constelación de Orión, mi vía  Láctea, mi Luna, mi cielo, mi infinito... Me has enseñado a vivir, a reírme cuando quiero llorar, a llorar cuando no paro de reír, a darle importancia a los pequeños detalles, que los mejores besos son los que no te esperas, que mi nombre...

Night

Noche fría, lluviosa. Sábanas empadadas de sudor. Pesadillas que vuelan a mi mente, que me atormentan los sueños. Abro los ojos. Estoy llorando. En mi sueño te alejabas para siempre mientras yo intentaba impedírtelo. Me he dado cuenta de que estoy destapada. Miro a un lado y te veo. Tienes todas las sábanas. Duermes plácidamente y tu respiración es acompasada. Sonrío. Vuelvo a cerrar los ojos y me acurruco a tu lado. Quitame el frío. Quítame las noches y dame tus buenos días. Stop the clocks.