Siempre se
dice que cuando quieres o amas a alguien lo darías todo por esa persona, pero
¿de verdad lo haríais? ¿Daríais vuestra vida por él/ella? Yo no. Simplemente
porque mi vida eres tú. Eres como los rayitos de sol que asoman entre las nubes
después de una tormenta devastadora, eres como el soplido de aire que se le
hace a una herida después de que le hayan echado alcohol para desinfectar. Eres
más que todo eso: no me importa la distancia entre nosotros porque siempre
encontraré una forma de llegar a ti para comerte a besos, para verte sonreír o
para que me abraces y me digas: “Como me gustaría estar así toda la vida.” Porque te quiero y, eso, no se puede ocultar.
Te quiero incluso más allá del tiempo.
Hoy puedo decir con una gran sonrisa en la boca que soy feliz y lo soy gracias a ti. Me he acostumbrado a tus sonrisas, tus besos, tus ojos mirándome, tu manos acariciando mi cuerpo, mis suspiros por desearte de esta manera, tu cara, tu cuerpo, mi corazón desenfrenado que se acelera cuando estás tan cerca... Siento como mi cuerpo se excita, siento la adrenalina: quiero gritar que te quiero, pero me guardo las palabras para susurrartelas al oído. El tiempo se va, veo las estaciones que pasan por mi ventana y tu y yo seguimos aquí. Igual que el Sol sale todas las mañanas, sin ninguna excepción, yo me despierto radiante porque sé que para ti soy tan o más importante que la estrella que nos enciende los días. Tú eres mi constelación de Orión, mi vía Láctea, mi Luna, mi cielo, mi infinito... Me has enseñado a vivir, a reírme cuando quiero llorar, a llorar cuando no paro de reír, a darle importancia a los pequeños detalles, que los mejores besos son los que no te esperas, que mi nombre...
Holaa!^^ Muchas gracias por pasarte por mi blog.
ResponderEliminarMe han gustado los textos que he leído, son muy bonitos!^^
xoox.
http://cfashiondream.blogspot.com.es/